Noche compartida...

Lucía Cánobra Pompei





















Tal vez la sombra del ocaso encariñó tu aliento,
veo el cálido vapor subiendo
entre mis piernas,
sube, arde,
y alguna cerca inquieta te recibe
entre paréntesis, en la impávida quietud de un océano de fuego...

Acaso nuestra piel confunde,
nuestro abrazo público rescinde
el tímido y siniestro..., exclamación.

Quizás en evidencia
nos reunimos,
la entrañable incoherencia de los números.
La tiemblo, la muslo acuoso, la amor de noche o madrugada.

Como tantas otras veces,
te recibo en el placard, dispuesta al quiebre,
a la carrera desbocada,
al ascenso de inmediato hacia la cumbre más nevada y solitaria.

En tu silencio acostumbrado,
en tu piel cada vez más árida y romance,
en tu frase breve, articulada,
en tu espasmo sin sonidos, sólo música,
en tu correspondencia incomunicada,
en tu soledad eterna que intento traspasar,
en tu noche que es también la mía...