Al atardecer, de regreso al hogar, en Lu-men, mi morada en los cerros

Meng Hao-Jan

















Suena la campana
en el monasterio del cerro.

La luz del día
cede su sitio al crepúsculo.

En el Yu-liang, los pescadores
charlan y discuten
mientras trepan a bordo.

Otros se dirigen
por la margen arenosa
a sus aldeas ribereñas.

Yo también subo a bordo
y regreso a mi hogar, en Lu-men.

Sobre Lu-men, la luna brillante
se abre paso a través
de la niebla del bosque.

Sin advertirlo, llego de pronto
a la vieja ermita del señor P'ang;

Hay rocas a la entrada
y una senda orlada de pinos.

Aquí es donde reinan
la tranquilidad y la paz,

Y el filósofo ermitaño
es el único que entra y sale.






Ilustración: Monasterio de Hemis, según Thomas Edward Gordon