Desde un ángulo imposible,
el verde espino de la sombra...
te recoge.
Considera el borde imaginado,
el tiempo entre las redes,
el cansancio.
Viste ansiosa
el desacorde trino de unos árboles
el verde espino de la sombra...
te recoge.
Considera el borde imaginado,
el tiempo entre las redes,
el cansancio.
Viste ansiosa
el desacorde trino de unos árboles
quemados,
y sin embargo ríe, sin motivo,
enrevesada
por la pena o por el fin de los caminos.
Se despliega enteramente
ante el asombro
y sin embargo ríe, sin motivo,
enrevesada
por la pena o por el fin de los caminos.
Se despliega enteramente
ante el asombro
congelado.
Se repite.
Se anestesia.
Se despide.