Poetas del Elqui: 2ª Parte

Patricia Ardiles














No hay más bella melodía que la voz del poeta recitando sus versos, ni oración más profunda que la de un poema sacado del alma.



En "Poetas de Elqui, I parte", mencioné a Luis Macaya y Caupolicán Peña, dos poetas que desde los 80s y tal vez antes, comenzaron con este oficio; quisiera destacar además a Samuel Núñez a quien tuve el agrado de conocer en Diciembre del año 2004. Desde entonces lo he visto luchando, creando, a cada momento, sin parar, frente a toda adversidad económica que implica publicar sus revistas literarias, es así como la flor de su vida se mantiene intacta en su poesía.

A continuación un poema de Samuel Núñez extraído de su poemario Tierra, Agua, Fuego, publicado en Marzo de 2003.


Había que crear el Mundo

Se rompe el silencio,
Ellos son los elegidos,
Se desarrolla el entendimiento
Entre la pareja y el supremo.
Día y noche los ojos pronuncian historias,
Las vidas derramadas,
Anduvieron todos los caminos,
Como una cadena sin tregua.
No hay ocaso posible
Para los elegidos.
Y llega el día,
Se estremecen los océanos,
La tierra se puebla de sueños,
Y en lo alto,
Un Sol, una Luna
Emergen inmensamente
Arrasando las almas en esta historia de arcilla.



Hablar de poesía, es hablar de las cosas simples de la vida, pero ¿quién puede interpretar de manera sencilla el pensamiento? Dos jóvenes poetas, Andrés Pulgar y Leonardo Campos.

Andrés Pulgar Marín, nació el 13 de Diciembre de 1982, hijo de Andrés y Violeta, su infancia transcurre en Vallenar, El Salvador y Diego de Almagro. Posteriormente se traslada a La Serena, donde radica actualmente. Escribe desde los 13 años; en Septiembre del 2004 publica la primera edición de Planetas Ebrios entrando en la sien. El año 2005 crea el periódico estudiantil literario "Revolucionarte"; también emerge desde las aulas la revista literaria Grito Errante. Conversando un poco con Andrés declara que los poetas son fomes, no así, la poesía: "La poesía salva de la rutina, hace que los días sean distintos". Le pregunto si le teme a la muerte y responde que más le teme a la gente que está muerta en vida, a los que no tienen esperanzas, los que buscan soluciones con psiquiatras, remedios y otras yerbas. Considera mejor hablar de sus amigos que responder preguntas, por eso menciona con mucho agrado a José Miguel Verdugo (que hoy es evangélico) y Ramón Rubina (aunque no sepa contestar mails, comenta). Andrés Pulgar, es un artista de pocas palabras, sabias y profundas palabras, prefiere escuchar con atención que hablar sin medida, amigo inseparable de su sombra; gestor de sueños y constructor de utopías, de gran imaginación y sano sentido del humor.



Revólver

Junta los gritos,
Las cenizas,
Los espejos
De bares cansados
De mi rostro,
El corazón marchito de un viejo dios,
La niebla ahogándose en tus aullidos.
Elígeme entre mi boca plagada de muertos,
Entre sombras por las que huyo
Sin tener cuerpo ni epitafio
Elígeme entre tu saliva, las llagas, los precipicios
Y guarda para ti los disparos sangrando en las nubes
Que en vano querrán deletrear el aire, tus uñas o la primavera.



Leonardo Campos, nativo de la provincia del Choapa, comuna de Illapel, cursó su enseñanza básica en la Escuela Santa María de Iquique, posteriormente se traslada a la ciudad de La Serena, donde culmina su enseñanza media. Estudió en la Universidad de La Serena, Pedagogía en Lenguaje, Comunicación y Filosofía, comienza a escribir desde muy joven inspirado por los valles del Choapa y Elqui. Hombre de gran corazón y simpleza, bondadoso con el prójimo, ermitaño de los rincones más inesperados. Publicó alguno de sus poemas en la Revista Añañuca de La Serena y en algunos boletines universitarios. Fanático de la lectura, entre sus escritores favoritos destacan, Huidobro, Teillier, Bukowski, Llosa, Neruda, entre otros. Lo que más desea en la vida, es publicar un "librito" con sus poemas.



Carta de un ahorcado

Artesana que clavas en mí tu alfiler
Y logras desahuciarme
En horabuena te revelas como arpía
Y dices lo que hondo va clavar

Gitana que das contra mí tu poder
Y haces que te nombre locamente con delirio
La verdad es que me matas
Y das para mí cerrada sepultura

Eres dama y yo callado peón que batalla
Eres música del cielo y de las almas
De lo que eres no habrá nada

Por esto quedo
Bajo un árbol cualquiera
Esperando reposo después de un infierno



No hay significado para el sentir profundo que reflejan nuestros artistas. Tampoco hay recetas ni metodologías para seguir paso a paso la composición del texto poético, solo imaginación, creación y una gran inspiración.