
Cuerpos en demonio, el tren se aleja entre la niebla.
El sonido de las hojas
quiebran el silencio desde lejos.
Hojas amarillas, secas,
trémulas.
Hojas desde el tiempo
que se pegan a tus brazos, a los míos,
mientras sigues poseído,
bajo el miedo que nos da la rebeldía.
Un sendero cierra el paso,
la cabaña encierra el viento y el secreto.
Nos dejamos ir,
nos separamos,
y el sigilo que nos sigue
nos descubre en el amor de las miradas...
Ilustración: Theodore Gericault