Ahogo

Lucía Cánobra












Al filo de una sombra, rezo;
en pos,
desnuda y maldiciente,
tal como esa noche en que dormimos sobre piedras.

Era otra vez la misma,
que volvía al cruel confesionario,
que enrabiada
perseguía al aire,
como un lobo a una rata enferma.






Ilustración: William Blake